martes, 20 de mayo de 2008

Polonia: A la caza del corzo

Hace unas semanas les presentamos a Andrés Santibáñez Monforte, un cazador que ha practicado su pasión por la cinegética través de más de medio mundo. En esta ocasión, nos cuenta como fue uno de los viajes que “más le ansiaba hacer”, como él mismo reconoce. Les hablamos de Polonia, territorio propicio para la caza de especies como el ciervo, el jabalí, pero sobre todo el corzo.

¿Por qué eligió usted este destino?
Me atraía mucho conocer Polonia, ya que me habían hablado muy bien de este país. A mi sobre todo me interesaba la caza y tenía curiosidad por ver si había tantos trofeos como decían y si éstos eran tan buenos.

¿Y qué opinión tiene ahora usted sobre Polonia?
La verdad es que es un país diferente y único. Me sorprendió la gran cantidad de lagos, pantanos y bosques que hay allí, hacen que la caza sea diferente. Aquí en España no estamos acostumbrados a estos parajes, lo que hace que sea más atractivo aún. Comprobé por mi mismo que todo lo que me habían comentado sobre este país era cierto. Realmente los trofeos son muy buenos, y la relación calidad-precio es muy asequible.

¿Sobre la caza que nos puede comentar?
Mi equipo y yo fuimos únicamente a por corzos. Realmente es cansado, pero si te gusta, eso es lo que menos te importa. Cazábamos los corzos por la mañana al amanecer y por la tarde antes de que se pusiese el sol, siempre andando. Más o menos al día estábamos cazando unas 6 horas, pero como en cada salida que hacíamos siempre regresábamos con más de un trofeo, y siempre veíamos corzos muy buenos, nos motivaba para coger fuerzas para el día siguiente.

Usted ha estado en diferentes destinos cazando corzos. ¿Qué ventajas e inconvenientes encuentra en Polonia?
La cacería del corzo es algo que me apasiona. He estado cazándolos en Escocia, Hungría, Polonia... y algún que otro país. Lo bueno que tiene Polonia es que es más divertido que Hungría, donde normalmente se rececha en coche. Los parajes son más o menos parecidos o del mismo estilo; sin embargo, si tengo que poner inconvenientes, lo único que puedo decir es que es bastante más cansado y en cada salida te ponen límite de corzos.

Entonces en conjunto, ¿está satisfecho de haber elegido esta vez Polonia?
Estoy muy contento de haber hecho este viaje, sobre todo por haber conseguido trofeos muy buenos, pero también influye mucho la organización, el clima, los acompañantes... que han hecho en conjunto que haya sido un viaje increíble, que si buenamente puedo el año que viene repetiré.

Ojalá que así sea

Más información acerca del corzo
Es el miembro de la familia “Cervidae” más pequeño de Eurasia. Su área de distribución se extiende desde Europa occidental (donde sólo está ausente en Irlanda, Grecia y el norte de Escandinavia) hasta el norte de China.

En estado adulto, el corzo tiene una altura en la cruz de sólo 76 cm como máximo y un peso de entre 15 y 30 kilos. Los machos presentan cuernas pequeñas de tres puntas que mudan cada año a principios del invierno y se han terminado de desarrollar ya cuando comienza la primavera. El pelaje es pardo-rojizo en ambos sexos durante el verano, volviéndose grisáceo en invierno, al tiempo que aparece una mancha blanca sobre la grupa. El vientre es de color más claro que la espalda. Las crías, por el contrario, presentan un manto rojizo salpicado de numerosas motas blancas para aumentar su camuflaje con el entorno. Son característicos los gritos que emiten ambos sexos, similares a un ladrido.

El corzo es una especie cinegética en toda su distribución, siendo su caza una actividad muy frecuente sobre todo en Europa central y España.

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